"No sé si conoces el término de Belleza Colateral porque es para mí a lo que llega Lola al final de su viaje.
Acaba conectada con el Universo ( claramente No es gratis y NO es para todos).
Se empieza olisqueando y se acaba respirando profundamente por la nariz cuando Lola, en la reflexión final por título "Me encontré", hace ejemplo de ello, de conexión con todo, desde esas frases tan bonitas llenas a rebosar de significado para el que se ha conectado con tu Lola desde el pricipio hasta el final" .
( Beatriz Fernández)
Foto de Pinterest
Hace unos cuantos días recibí un mensaje muy especial. Un mensaje sorpresa de una de esas personas que llevas en el alma contigo, aunque no formen parte de tu agenda diaria. Tan solo porque hay determinadas personas que te dejan huellan y te aportan una pincelada en el retrato de tu vida. Una de esas personas que son más de lo aparentemente se ve, incluso de lo que ellas se creen. Ella tan solo quería darme su apoyo y su valoración tras la lectura de mi libro "Bye, bye, my darling", pero no solo consiguió mi agradecimiento por eso, sino por algo mucho más grande y que me marcó desde ese día.
"Belleza Colateral", nunca había escuchado el término por lo que inmediatamente me puse manos a la obra en la investigación y comprensión. Vi la famosa película de Will Smith basada en este concepto, "Collateral Beauty". Leí un post muy interesante de Javier Carril ( http://www.javiercarril.com/la-belleza-colateral-de-las-experiencias-dificiles/ ), donde reflexiona de forma más profunda sobre los conceptos en los que está basada la película. Me emocioné con el post de My red Spirit ( http://myredspirit.com/spirit/belleza-colateral/ ). Reconocí entre líneas todos esos mensajes en "El Mapa de los Anhelos" de Alice Kellen. Abrí los ojos para sentir esa belleza a mi alrededor. He conversado sobre ella con amigas a la luz de una vela... Hasta que hoy me he sentado en frente de una hoja en blanco para transmitir y compartir lo que para mi ha significado "evolucionar", o al menos, intentarlo.
No puedo, en este caso, desligarme de la protagonista del libro, pues mi subconsciente me ha jugado una mala pasada al escribir en el destino y evolución de Lola un reflejo de mi propia experiencia.
El dolor te invade un buen día, de repente, en un solo segundo. Te raja las entrañas, dinamita tu equilibrio. Se apodera de todos tus sentidos, todos tus pensamientos, de todos tus organos, haciéndolos prisioneros, esclavos de la oscuridad en la te sumerge. Te transporta a un profundo pozo donde no consigues ver la salida. La ansiedad y la desesperanza son sus aliadas. Es una experiencia tan dura que todos nos hemos rendido al pensamiento complaciente de que es injusto que nadie tenga que pasar por una situación así. En cambio hay un refrán muy bruto que dice "Lo que no te mata, te hace más fuerte". En una frase tan burda e insensible se resume toda la sabiduría de la historia de la civilización. Pues si cuando te encuentras en ese pozo no mueres ( y no lo harás si no ha llegado tu hora), acabarás encontrando la luz. Esa luz que solo se halla en tu interior, esa luz llamada FE. Y es que da igual si hablamos de Dios, del Cosmo, del Universo, de Alá, del Karma, de Buda, o del Big Bang porque todos parten de un principio muy básico y simple, que no te creas el puto amo. No puedes controlarlo todo, ni tan siquiera lo que piensas o lo que sientes. Pero tienes el gran poder de saber reconocerlos, gestionarlos, aprender de ellos y crecer. Crecer como persona, como ser individual, como alma que está en esta vida de paso.
Y si no puedes controlarte a ti mismo, pues imagina a los demás, ahí apaga y vámonos. Tan sólo puedes aceptar desde el respeto.
Y fue entonces cuando mi
segunda vida empezó
Ese día que reconocí que estaba en el pozo, destrozada por el dolor, que no podía controlar el aluvión de sentimientos y pensamientos que me bloqueaban y aniquilaban mi energía. Ese día que comprendí que sólo me quedaba la fe. Parar, cerrar los ojos, analizar mi interior, observar qué me pasaba. Acariciarme a mi misma dejándome fluir. Abrazar ese dolor.
Así, día tras día, las malas vibraciones fueron desapareciendo y dejaron hueco para que la luz entrara.
Esa luz que era como los rayos de sol amaneciendo o anocheciendo, esto es, rayos traicioneros que te ciegan un segundo para luego verlo todo de otro color
(al menos por un breve tiempo). Son como rayos reveladores, como descargas láser que resetean tu retina. Rayos que iban pulverizando pequeños rincones de oscuridad para ver con mas claridad el otro lado de la misma verdad.
Porque no hay verdad sin mentira, oscuridad sin claridad, belleza sin fealdad, maldad sin bondad...etc. Porque no hay verdad absoluta, sino tan solo el cristal con el que cada uno la mira.
Evidetemente este no es un proceso ni fácil ni rápido, y cada persona necesita un tiempo diferente, un ritmo en su evolución. Esa evolución que solo termina el día que cierras los ojos para nunca más abrirlos.
Ese proceso en el que aprendes que aquello que nuestros ancianos llaman "hacerte más fuerte" significa que el dolor es un sentimiento más dentro de la diccionario de la RAE, al igual que la rabia, la ira o la decepción. Que cuando los experimentas, los sientes, hurgando en cada coma de la descripción, es cuando realmente los has aprendido, interiorizándolos como lecciones de la vida. Lecciones mucho más importantes que el listado de ríos de la Península Ibérica. Ese tipo de lecciones que dejan su huella en las arrugas, las canas o las cicatrices en las rodillas, pues significan que has vivido, disfrutando de cada segundo que nos regala el reloj como una nueva oportunidad.
A todos nos hubiera gustado tener el súper poder de retroceder en el tiempo hasta el instante anterior de la tragedia para evitarla, pero no podemos. Nadie puede. Siendo esta la primera lección elemental, somo seres inferiores a los que nos han concedido el grandioso regalo de la vida. Una vida para vivirla, y vivir no es respirar cada día o pagar la hipoteca a final de mes. Vivir es disfrutar, sentir, amar, llorar, perdonar y olvidar. Sentirnos parte de un conjunto de cosas y personas que estan conectadas, como las piezas de un dominó.
Cada lección que aprendes te hace más fuerte, no porque te conviertes en titanio, sino porque aprendes a valorar y a eliminar los miedos. El miedo es el sentimiento que más pesa en el mundo, capaz de hundirte o dejarte anclado sin voluntad, ni control. Una persona sin miedos es imparable e indestructible.
Cada acontecimiento desagradable al que te tienes que enfrentar a lo largo de los días es una nueva lección que tienes que aprender. Solo de ti depende la aceptación, gestión y conclusión que ganas, sumando experiencias en tu crecimiento como persona. Evolucionando.
Dicen que la máxima expresión de que has alcanzado el estadio de valorar la Belleza Colateral es cuando incluso llegas a agradecer que se produjera ese acontecimento devastador porque, gracias a él, creciste y evolucionaste hasta ser quien eres hoy.
Yo me siento muy agradecida, ¿y tú?.
Maribel Nicolás
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